Es probable que ya sepas que la falta de sueño puede afectar al estado de ánimo. Después de una noche de insomnio te sientes más irritable, tienes mal genio y eres más vulnerable al estrés, sin embargo, una vez que duermes bien, tu estado de ánimo retorna a la normalidad.
Varios estudios han demostrado que incluso la privación parcial del sueño tiene un efecto significativo en nuestro estado de ánimo [1]. Se ha demostrado que, si se limita el sueño de una persona a sólo 4 horas cada noche, durante una semana, esta se sentirá más estresada, enojada, triste, mentalmente agotada, y en cuanto se reanuda el tiempo de sueño estándar se produce una restauración total de su estado de ánimo.
El sueño no solo afecta el estado de ánimo, sino que el estado de ánimo también puede afectar al sueño, produciéndose de esta manera un ciclo sin fin de insomnio y estrés mental. La ansiedad aumenta la agitación y excitación, lo que hace que sea más difícil conciliar el sueño. Lo mismo ocurre con el estrés, ya que mantiene al cuerpo excitado, despierto y alerta. Las personas que están bajo estrés constante o que tienen respuestas anormalmente exageradas al estrés, tienden a tener problemas de sueño.
Privación del sueño y trastornos del estado de ánimo
La dificultad para dormir a veces es el primer síntoma de depresión. Algunos estudios han puesto de manifiesto que del 15 al 20 por ciento de las personas diagnosticadas con insomnio desarrollará depresión [2]. Y al igual que con el estrés, está demostrado que las personas deprimidas pueden tener patrones anormales de sueño.
Los problemas del sueño, a su vez, pueden contribuir a problemas psicológicos. Por ejemplo, el insomnio crónico puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo, como la depresión o la ansiedad crónica. En un importante estudio de 10.000 adultos, las personas con insomnio eran cinco veces más propensas a desarrollar depresión [3]. La falta de sueño puede ser un factor de riesgo aún mayor para la ansiedad. En el mismo estudio, las personas con insomnio tuvieron 20 veces más probabilidades de desarrollar el trastorno de pánico (un tipo de trastorno de ansiedad).
Si duermes mal y te sientes deprimido, ansioso, o emocionalmente sensible, existen muchos tratamientos que pueden ayudar. En primer lugar analiza tus hábitos de sueño y descubre los pasos que puedes realizar para mejorar la cantidad y calidad del sueño. Sin embargo, si el problema persiste, es posible que debas acudir al médico en busca de una evaluación. Con el diagnóstico correcto tu médico podrá aconsejarte el mejor plan de tratamiento.
Fuentes y referencias:
1-. Dinges, D. et al., Mood Decrements During a Week of Sleep Restricted to 4 Hours Per Night, Sleep. 1997 Apr; 20 (4): 267–277.
2-. Breslau, N. et al., Sleep Disturbance and Psychiatric Disorders, Biological Psychiatry. Mar 1996; 39(6): 411–418.
3-. Neckelmann, D. et al., Insomnia as a Risk Factor for Anxiety and Depression, Sleep. 2007; 30 (7): 873-880.
SANDRA FERNÁNDEZ ALONSO
Graduada en Medicina Naturopática y Bioterapia
También te puede interesar:
- Cómo superar la angustia
- 10 medidas prácticas para reducir la ansiedad
- 20 consejos para superar el insomnio
- ¿Qué es lo que siente y piensa una persona con depresión?
- El desafío emocional del cuidador de un dependiente
- Cómo ‘sobrevir’ psicológicamente al desempleo
Si te ha resultado interesante este artículo, sé generoso, enlázalo o compártelo, y ayuda a otras personas 😉
Deja un comentario