La fantasía está casi siempre presente en el inicio de las relaciones. Aunque no nos demos cuenta es en ese momento cuando se originan los problemas de pareja. La idea de que nuestro bienestar ha de venir de fuera, bajo la forma de ‘príncipe azul’ o ‘princesa encantada’, suele estar presente en la primera fase del noviazgo, a la que me gusta llamar «NO VIO», porque en esta etapa tan solo vemos en el otro aquello que deseamos ver, lo que se ajusta a nuestra fantasía.
Es más, si vislumbramos alguna característica que nos disgusta, la metemos también en este saco, fantaseando con la idea de que cambiará o incluso, desde la prepotencia del «yo lo cambiaré», cosa que no ocurre nunca. Solo cambia quien lo decide, quiere hacerlo y pone toda su energía en su proceso de crecimiento. Nadie cambia por otro, aunque se lo haga creer con promesas y nosotros decidamos ponernos la venda en los ojos para creerle.
Desde esta ceguera emocional que llamamos enamoramiento y que a mí me gusta definir como «atontamiento mental transitorio», buscamos satisfacer nuestras carencias afectivas.
La falta de suficiente amor generó en nosotros un agujero emocional que nos lleva a vivirnos a medias. Mi Y/O (partido) buscará un T/Ú (partido) para completarse y lograr la unión fantaseada. Realmente lo que se logra es un NOS/OTROS que se alimenta de manipulación y competitividad.
En este tipo de relación, nos enganchamos y asfixiamos el amor. Los problemas de pareja son frecuentes porque cada uno se coloca en la espera de que el otro satisfaga su propia necesidad, haciéndole responsable de su bienestar, de ahí la permanente cantinela de «y tú… y tú… pues anda que tú… es que tú…»
Ceguera emocional y problemas de pareja
Desde la carencia, solo podemos establecer relaciones enfermizas en las que se cronifican los mismos problemas de pareja, porque siempre anulamos una parte importante de nosotros mismos. Nos creemos que amamos mucho cuando en realidad necesitamos mucho, por eso hacemos lo que sea necesario para garantizarnos ese amor, bien colocándonos en posturas infravaloradas, es decir, poniéndonos de alfombra, con lo que solo puede pasar que nos pisen o bien colocándonos en posturas sobrevaloradas que buscan destacar a costa del otro.
Este tipo de pareja dominado por la ceguera emocional mantiene un baile arrítmico, pero enfermizamente sincronizado; sigue ciclos predecibles de crisis de pareja: rompen y vuelven una y mil veces, porque no se desvinculan. Si están juntos, se pelean; si están separados, aparece la angustia, el miedo y la desolación que les lleva a querer volver juntos para volver a pelear y así sucesivamente. «Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, contigo porque me matas, sin ti porque yo me muero».
Estamos demasiado preocupados de que nos amen cuando lo realmente importante, porque es lo único que depende de nosotros, está en lo que yo soy capaz de amar.
A amar se aprende amando, posicionándonos en el amor. Se trata de un aprendizaje continuo que no se agota nunca y a la primera persona a la que ha de estar dirigido es a nosotros mismos. Un ingrediente fundamental para poder amar a otra persona es amarnos a nosotros mismos. Nadie puede dar lo que no tiene; así que, si no sentimos amor por nosotros, no podemos amar a los demás.
El proceso de salida de ese Y/O constituye la esencia del trabajo que nos lleva a conformarnos como un YO entero que buscará para relacionarse no con un T/Ú sino con un TÚ completo.
Si por fortuna tuvimos la oportunidad de comenzar este aprendizaje en nuestra infancia, llevamos mucho camino andado y podemos sentirnos afortunados. Si no es así, HOY, AQUÍ Y AHORA, podemos comenzar a creer en nosotros, dándonos permiso para mirarnos de un modo diferente que nos permita sentirnos personas valiosas y dignas de amor, que nos posibilite para amarnos y amar a los otros sin condiciones ni cortapisas, sin tantos juicios y deberías. Solo así, poniendo conciencia en quienes somos, podemos descubrir a la persona maravillosa que llevamos dentro y ver al otro en toda su dimensión. Así es cómo empezaremos, de verdad, a resolver nuestros problemas de pareja.
MARÍA GUERRERO ESCUSA
Psicóloga y profesora de la Universidad de Murcia
- ¿Por qué fracasan nuestras relaciones de pareja?
- Cómo superar una ruptura de pareja en 15 pasos
- Condiciones para alcanzar el amor duradero
- Cómo saber si una relación es de dependencia emocional
- Cómo lograr un amor sano
Si te ha resultado interesante este artículo, sé generoso, enlázalo o compártelo, y ayuda a otras personas 😉
Muy buen contenido. El principio del verdadero amor es el respeto a uno mismo. Nadie da lo que no tiene.
Saludos.
Muy interesante,parece facil perono nos enseñan aamar os..hay kaprender