Pese a que cada vez son más las mujeres maltratadas que se atreven a alzar su voz, tenemos constancia de que otras tantas siguen calladas e inmersas en un círculo agobiante del que les es difícil salir por diversas razones. Desde nuestra experiencia personal tendemos a intentar decirles que denuncien, que no aguanten, que piensen en sus hijos,…, y otros tantos mensajes que, pese a las buenas intenciones, no dejan de ser un reflejo del desconocimiento y la falta de empatía. Pensemos un momento: ¿sería fácil denunciar a tu pareja en un municipio pequeño en el que todos son conocidos?, ¿sería fácil mantener una orden de alejamiento en un municipio en el que pocas calles miden más de 500 metros?
Cuando las campañas publicitarias instan a las mujeres maltratadas a denunciar, se olvidan de algo: no es fácil salir de una situación de maltrato en zonas rurales, en pequeños municipios, ya de por sí enclaustrados en viejos prejuicios y valores que chocan, doy fe, con la situación de mayor anonimato que se vive en pueblos o ciudades más grandes.
El proceso del maltrato
Pero, ¿por qué? ¿Dónde se genera el problema? ¿Qué es lo que acontece para que la persona a la que has elegido como compañero de viaje llegue a menoscabar por completo tu autoestima, te hiera física y psicológicamente, y dañe directa o indirectamente a los niños que ambos, por lo general, decidisteis un día traer al mundo?
Ana relata que “era el hombre de su vida” cuando le conoció y se enamoró de él. Los malos tratos no comenzaron con una paliza. Si esto hubiese ocurrido así, quizás hubiese sido más fácil pedir ayuda.
El proceso de maltrato suele comenzar de manera insidiosa, gradual: insultos, pequeñas vejaciones, aislamiento progresivo de cualquier red familiar o social,… a veces se repiten tanto los pequeños altercados que llega a normalizarse como proceso de comunicación en la pareja. Los pequeños avisos que Ana pudo haber observado al principio de la relación le habrían puesto en alerta pero, como también suele ocurrir, no fueron percibidos en su momento: ahora sí es consciente de cómo él trataba a su propia madre, cómo él fue minando poco a poco las relaciones con sus amigas, con su propia familia.
Luego aparecen los primeros golpes, las humillaciones más íntimas, la vergüenza de una misma al mirarse al espejo, y, finalmente, el arrepentimiento de él: esa dulzura al pedirle perdón que llegaba a ‘compensar’ el resto de acontecimientos. Es esta fase de arrepentimiento del agresor, de muestras de necesidad obsesiva por ella, lo que crea en ocasiones el llamado «síndrome de Estocolmo doméstico»: la víctima justifica en mayor o menor grado el comportamiento agresivo de su compañero. Por no hablar de la constante preocupación de muchas mujeres por sus hijos: “¡Cómo voy a separarles de su padre!”.
Intervención con la víctima de maltrato
Mujeres maltratadas como Ana necesitan, tras romper con su pareja, entender por qué no han sido capaces de detenerse a tiempo. Necesitan que alguien les explique por qué volvían a perdonarle una y otra vez en esos momentos de arrepentimiento que convertían la convivencia en una luna de miel. Así, la expresión emocional de la mujer víctima de maltrato es tan importante como la recepción emocional, es decir, que el profesional la ayude a entenderse a sí misma, eliminando con ello el sentimiento de culpa y vuelva a creer en ella misma. El aumento de autoestima permitirá a la mujer replantearse su vida, hacer planes de futuro y sentirse plenamente capaz y autónoma. El proceso completo dependerá de múltiples factores: la gravedad y duración del maltrato, las habilidades personales de la víctima, la red de apoyo familiar y social, etc.
¿Cómo ayudar a una mujer maltratada?
La persona que es víctima de maltrato necesita ser escuchada, pero no es fácil. El profesional que ejerce la escucha ha de estar desprovisto de todo prejuicio. Es probable que el discurso de la víctima esté compuesto por mucha información “descolocada”: descripción de situaciones de maltrato, expresión de sentimientos, preguntas indicativas del sentimiento de culpa, etc. Nuestro papel ha de consistir en ‘recolocar’ toda esa información. La persona maltratada ha metido todo en el mismo saco y nosotros, a través de esa escucha activa, se lo vamos a devolver metido en ‘bolsitas’ individuales. Los problemas dejan de tener el valor que les damos una vez que los hemos delimitado, que los hemos convertido en lo que realmente son, sin mezclar unos con otros.
A partir del momento en que una persona sabe exactamente cuál es su problema, entra en una fase en la que le es posible generar alternativas de solución.
Al mismo tiempo, como ya se señaló, la víctima necesita entenderse a sí misma. La culpa desaparece cuando el profesional le hace consciente de lo normal que es sentir las cosas que ella ha sentido. Se debe empatizar con la víctima pero enseñarla, al mismo tiempo, a que ella empatice consigo misma, que se entienda, que conozca las razones que le impulsaron a perdonar, a justificar, etc.
GRACIA SÁNCHEZ
Psicóloga especializada en violencia doméstica
Imagen superior, cortesía de Keiza09
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En todas partes veo y me entero del maltrato que frecuentemente hay hacia la mujer. Aquí, en el Perú, soy testigo de que muchas mujeres sufrimos un maltrato físico y psicológico. Estoy muy interesada en participar activamente en charlas para ayudar a frenar este maltrato.
Mi actual novia, después de preguntarle por qué en ocasiones es tan dura conmigo, me contó que ella antes no era así y que había sido maltratada por todas sus exparejas, incluido su exmarido. Su pasado de maltratos ahora nos supone dificultades extra. Muchas veces se pone a la defensiva o se siente presionada por situaciones muy normales. A eso se le suma la dificultad para intentar ayudarla, porque es terriblemente fácil que, al hablar de cualquier cosa relacionada, pueda sentir incomodidad. Por lo que le he entendido ya ha tenido problemas de que la lleguen a odiar por estos traumas que tiene a raíz de sus maltratos. Quisiera recorrer con ella el duro camino de la superación de los traumas del maltrato, pero no sé bien cómo poder ayudarla.
Tengo una amiga de 57 años que vive con una persona que la ha maltratado desde que se casaron. Sin embargo, lo justifica cuando la maltrata delante de todos. Pese a todo, dice que qué va a ser ella sin él. ¿Cómo puedo ayudarla? Gracias.
Es un buen artículo. Desafortunadamente, creo que hay casos muy severos donde las mismas mujeres no permiten que se les ayude. Es el caso de mi madre. Ella ve como normal que mi papá a lo largo de los años le sea infiel y no aporte a la casa, pues ella lo ve como que lo apoya en periodos donde él no tiene trabajo. A últimas fechas, lo que nunca hizo, por fin la golpeó y le fracturó un brazo. Ahora ella dice que lo provocó porque le aventó las llaves de su camioneta y lo hizo enojar. Ni bien pasó unos días y ella ya le habla por teléfono…
Nose ,como ayudar a una mujer maltratada su marido le pega muy violento y fumador la amenaza y pega y nunca sale de su casa sin el concetimiento de su marido y siempre amenaza con su hija que hago ????
Denúncialo.
Me parece un buen articulo, muy claro, lo unico que a veces no queda claro, es si los profesionales de la salud debieran apoyarse también en los familiares de la victima, o eso estaría considerado como poco ético?
Interesante articulo. Me gusta mucho la frase "La persona maltratada ha metido todo en el mismo saco y nosotros, a través de esa escucha activa, se lo vamos a devolver metido en 'bolsitas' individuales". A veces las personas que acuden a un profesional llevan tanta información encima que es necesario recolocarlo todo y darle un sentido
Me case con el príncipe azul. Profesional, apuesto, "protector", de buena situación económica, en fin tantas razones maravillosas que yo sentía que el hombre perfecto se había fijado en mi. !6 años nos separaban de edad. Me case feliz, enamorada y aquellas pequeñas señales eran culpa mía, o ya se iban a solucionar porque yo todo lo podía y todo lo soportaría. Empezaron de a poco las culpas pequeñas, riñas que llevaban a grandes discusiones por un plato de comida. No se me permitió trabajar, tener amigos, mantener vinculo con mi familia y para peor de males existia una enfermedad crónica previa de la cual se me culpo desde el principio por que yo le había causado disfunciones sexuales, que luego se transformaría en un empuje de una polineuritis que tambien seria mi culpa. Paso el tiempo y las cosas fueron empeorando. Su entorno familiar era tan enfermo como el y fomentaban la disfunción emocional de la pareja de formas increíbles que iban mas allá de la falta de respeto.
Nacieron dos criaturas sanas. Eventualmente luego de intentos de suicidio, acusaciones de locura, amenazas de internaciones por locura y demas logre dejarlo poco mas que con lo que tenia puesto y mis hijos. Sin palabras para describir lo que sufrí desde entonces y aun hoy en dia no puedo despegarme de su imagen. Me sigue torturando emocionalmente, me consume, me debilita, me saca las ganas de vivir. Me quiere sacar a mis hijos y ya no se que hacer. No puedo mas. Tengo ayuda profesional pero yo necesito desprenderme de su poder sobre mi y no se como hacerlo. Por favor ayuda. Gracias
Por desgracia, sé de lo que me hablas. Hasta que no le pongas tú el límite, no parará. No le dejes pasar ni una. Poco a poco, te sentirás más fuerte y mejor. Ánimo, tú puedes hacerlo. Yo estaré aquí cuando lo necesites. Un abrazo.
Muchas gracias por compartir estos interesantes temas, me ayudan bastante para dar seguimiento a casos de violencia doméstica, específicamente, contra la mujer en la República Dominicana!