La realidad es que, a día de hoy, la ciencia todavía no sabe qué es lo que causa, con exactitud, la esquizofrenia. Aunque desde hace mucho tiempo se tiene conciencia de que la componente genética es muy importante para el desarrollo de la enfermedad, lo cierto es que no se sabe, con precisión, si la esquizofrenia es hereditaria en todos los casos.
Existe un gran consenso acerca de que la esquizofrenia se desencadena por la interacción de una serie de factores que generan una cierta predisposición a padecer la enfermedad. Se necesita que varios de estos factores se combinen para que este trastorno mental se manifieste. Lo que no se sabe, a ciencia cierta, es por qué una determinada persona lo desarrolla y otra no.
De manera general, podemos agrupar a los factores que predisponen para la esquizofrenia en dos grupos: la componente genética, hereditaria o biológica; y la componente ambiental.
En la actualidad, la teoría científica más aceptada explica que la esquizofrenia se originaría en dos etapas:
- Primera etapa: Para que una persona sufra de esquizofrenia parece necesario que se dé la componente genética, hereditaria o biológica, pero no es suficiente para que se desarrolle la enfermedad.
- Segunda etapa: La componente ambiental de la enfermedad también tendría un papel determinante en la aparición de la esquizofrenia, en ciertas ocasiones sería incluso el detonante, pero solo en caso de que se diera la primera condición: la existencia previa de una componente genética, hereditaria o biológica. Por tanto, algunos de los factores ambientales serían factores favorecedores y en otros serían desencadenantes de la esquizofrenia.
La componente hereditaria de la esquizofrenia
Desde hace un siglo que los científicos y los médicos vienen estudiando el riesgo que tienen los familiares de personas que padecen esquizofrenia a desarrollar la misma enfermedad. A partir de los avances sobre el genoma humano, desde hace unos pocos años, a estos estudios principalmente estadísticos sobre el riesgo de padecer esquizofrenia se han añadido otros estudios genéticos.
Estos son las cifras epidemiológicas conocidas que se manejan sobre la esquizofrenia.
- La esquizofrenia afecta al 0,9% de la población mundial. No existen diferencias de incidencia por sexos, ni por razas.
- El 12,8% de los hijos de una persona diagnosticada de esquizofrenia desarrollará también este trastorno mental.
- El 10,1% de los hermanos de una persona esquizofrénica padecerá la enfermedad.
- La probabilidad se incrementa hasta el 50% en el caso de hermanos gemelos idénticos.
- El 5,6% de los padres de alguien diagnosticado de esquizofrenia también sufre este trastorno mental.
- Alrededor del 3% es la incidencia de esta enfermedad en nietos, sobrinos y tíos de un paciente esquizofrénico.
En cualquier caso, estos porcentajes generales varían según el tipo de esquizofrenia.
Estudios genéticos para prevenir la esquizofrenia
Estudios científicos recientes han señalado la responsabilidad de ciertos genes en el aumento de riesgo de padecer esquizofrenia. Sin embargo, todavía no se ha encontrado un gen en concreto que sea el origen de la enfermedad. Por otra parte, estos estudios tampoco son concluyentes y, en algunos casos, son contradictorios. Por tanto, aún se sabe muy poco como para asegurar que, en todos los casos, la esquizofrenia es hereditaria. La genética es un campo de investigación en el que queda casi todo por hacer. Apenas estamos comenzando.
Lo que sí parece que se ha constatado es que las personas que sufren esquizofrenia tienen mayor probabilidad de experimentar mutaciones raras en algunos genes relacionados con el desarrollo de cerebro.
Algunas investigaciones sostienen que ciertas mutaciones genéticas halladas en enfermos esquizofrénicos han aparecido de manera espontánea en los pacientes, pero no estaban presentes en sus padres. Uno de estos estudios se ha realizado con los genomas de familias de afrikáners en Sudáfrica que, desde el siglo XVII, han evitado el mestizaje racial y, por tanto, han permanecido genéticamente aisladas. Según esta investigación, las “nuevas” mutaciones genéticas que podrían estar relacionadas con la esquizofrenia no se habrían transmitido en los genes. Este estudio y otros similares, por tanto, ponen en cuestión que la esquizofrenia es hereditaria al 100%.
En cualquier caso, los investigadores no conocen todas las mutaciones genéticas que favorecen la esquizofrenia. Además, aquellas de las que se va teniendo algún conocimiento incrementan la probabilidad de padecer este trastorno mental en un porcentaje muy pequeño.
Por otra parte, según apuntan algunas investigaciones, se sospecha que la esquizofrenia podría estar relacionada con el mal funcionamiento de un gen que está implicado en la segregación de algunas sustancias químicas fundamentales para el cerebro.
Pese a que estas líneas de investigación todavía no son concluyentes, llama la atención las campañas publicitarias de algunas clínicas en las que se asegura que con un simple análisis de saliva se puede predecir si una persona va a desarrollar ciertos trastornos mentales como la esquizofrenia. Si todavía no se tiene la evidencia científica de que la esquizofrenia es hereditaria siempre, ni cuáles son exactamente los genes responsables de la enfermedad, ¿cómo se puede determinar con precisión si alguien va a sufrir la enfermedad con un estudio genético?
Es, además, posible que la herencia genética no sea la única causa de la esquizofrenia. Ni que, tal vez, tenga que estar presente en todos casos de la enfermedad. La teoría más aceptada actualmente sostiene que es necesaria una interacción entre la componente hereditaria y la componente ambiental para que este trastorno mental se desarrolle.
La componente ambiental de la esquizofrenia
Los factores ambientales que se supone que están implicados en la aparición de la esquizofrenia serían:
# 1.- Situaciones estresantes durante el embarazo o el parto
- Casos de anoxia del feto, es decir, de falta de oxígeno durante la gestación o el nacimiento.
- Traumatismos del feto, partos difíciles, etc.
- Infecciones víricas de la embarazada como la rubéola, la poliomielitis o, incluso, la gripe.
- Exposición de la madre a hambrunas, grandes catástrofes o acontecimientos muy estresantes como la muerte de un ser querido.
Al parecer la influencia de las circunstancias estresantes como causa de la esquizofrenia se debe al mecanismo de defensa del sistema inmunitario. En situaciones de gran estrés, nuestro organismo produce unas proteínas, que se llaman citoquinas, que participan en el dispositivo de reacción ante las condiciones ambientales hostiles. Una de sus funciones es controlar el mecanismo de inflamación para hacer frente a las infecciones o al daño ocasionado en nuestros tejidos por agentes externos. En determinadas circunstancias, las citoquinas, que se producen en las células del sistema inmunitario y que están diseñadas para luchar contra las agresiones que sufre nuestro organismo, llegan a traspasar la placenta y pueden alterar el desarrollo del sistema nervioso central del feto.
# 2.- Acontecimientos muy estresantes durante la infancia
La pérdida de la madre o del padre en la infancia u otros sucesos trágicos pueden ser vividos con tal intensidad que alteren el normal desarrollo cerebral del niño.
# 3.- Padecer celiaquía u otra anomalía en la absorción intestinal
Las personas celíacas o con algún problema de absorción intestinal parece que también tendrían un mayor riesgo que el resto de la población a padecer esquizofrenia.
# 4.- Padres de edad avanzada
Parece que ser que los hijos concebidos a partir de los 40 años podrían ver incrementado ligeramente el porcentaje de padecer esquizofrenia respecto a hijos de padres de una edad menor.
# 5.- Consumo habitual de sustancias tóxicas
El consumo frecuente de drogas afecta el equilibrio bioquímico del cerebro porque alteran el funcionamiento de la serotonina y la dopamina. Estas dos sustancias realizan la función de neurotransmisor, es decir, ponen en comunicación a las neuronas entre sí. Sin embargo, expuestas a determinados tóxicos, la serotonina y la dopamina no realizan de manera adecuada su función y, en consecuencia, se produce un deterioro en las neuronas. Este daño neuronal parece que puede ser un factor detonante o favorecedor de la aparición de la esquizofrenia u otra psicosis.
# 6.- No seguir el tratamiento una vez diagnosticada la esquizofrenia
Incumplir el tratamiento médico para prevenir futuros brotes de esquizofrenia es la circunstancia que más riesgo genera para sufrir una recaída. Además hay que tener en cuenta que, en dos terceras partes de los casos, cada nuevo brote deja unas secuelas en el organismo de manera que no se regresa a la situación anterior. Una vez diagnosticado este trastorno mental crónico, lo responsable es seguir y no abandonar el tratamiento establecido por el médico psiquiatra. Lo contrario supone un gran riesgo para el propio paciente esquizofrénico y para las personas que conviven con él.
¿La esquizofrenia es hereditaria en todos los casos?
Como se puede observar, no todos los factores ambientales tienen el mismo peso en la aparición de la esquizofrenia. Además, la influencia de algunos de los factores ambientales en el desarrollo de la enfermedad puede ser bastante relativa y difícil de delimitar. Puede que, en realidad, no sean factores causantes de la esquizofrenia, sino solamente desencadenantes o favorecedores de la aparición de este trastorno mental.
Mucho más importante es el peso del factor genético. Pero, a ciencia cierta, todavía no se sabe si, en todos los casos, la esquizofrenia es hereditaria y el factor genético es la única causa.
DOLORES VELÁZQUEZ
Psicoterapeuta
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